¡Qué día más bonito!
¡Buenos
días! Hoy parece que hará sol. ¡Qué bonito se ve el cielo cuando está tan azul!
Hoy me he despertado con energía positiva y el clima me ha escuchado, porque yo
soy una persona que me ilumino con el sol.
Hay
momentos en los que la introspección es la base para avanzar con un paso más
seguro, que es importante detenerse a darle un significado a mi pasado para
internarme en el futuro incierto con la fuerza suficiente para capear los
temporales que me hagan zozobrar.
Soy
temperamental, inquieta, con hiperactividad cerebral y me encanta controlarlo
todo. Pero no siempre se pueden prever las variables que van a descuadrar los
esquemas previos que me trazo. Me cuestan los cambios, pero cuando me adapto a
ellos consigo una sonrisa intensa.
Esta
semana empezó mal, con un montón de cosas que abarcar y poco tiempo para
hacerlo. Por suerte he dado un achuchón al trabajo y me he sacado las
liquidaciones trimestrales de encima y una parte importante del resto. Y hoy
voy a relajar un poco el ritmo para disfrutar del día.
Tengo
ganas de irme a la oficina, tomarme un Rooibos de vainilla en la cocina con mi
compañera Mercè, sentarme en mi mesa para darle un último vistazo a estas
líneas, colgarlas en el blog, abrir los siete gmails del trabajo que tengo y
empezar a responder uno a uno los correos electrónicos que cada día se
acumulan. Luego me meteré en la Web de docencia y en el banco, activaré los
cursos que han pagado por transferencia y comprobaré los saldos de cada una de
las entidades que gestiono. Esa es mi rutina matutina, una lineal y que no
cambia.
A
partir de ahí mis tareas son variables y más ahora que estoy preparando la
auditoría parcial del día veintidós… ¡Hay que cuadrar los saldos! Se me dan
bien esas cosas, mirar un balance y saber qué quieren decir los números,
encontrar las diferencias entre lo contabilizado y la realidad y buscar maneras
de mejorar los procesos.
¡Ojalá
escribiera igual que contabilizo y analizo los estados financieros! Siempre he
tenido una relación positiva con las matemáticas, ¡yo quería estudiar puras!
Quizás al ser géminis me muevo entre dos mundos tan alejados entre sí: las
letras y los números...
Hoy
tengo una comida importante para mí. Tengo pocos lectores y hablar con una de
ellas, que además entiende del tema me ayuda a ver mis fallos y mis debilidades,
es una dosis de positividad. Y también me hace sonreír, ¡qué bonito es que te
lean! Así que voy a irme a trabajar con una sonrisa y no la voy a perder.
¡Feliz
día! J
Personalmente considero que escribes muy bien .aunque tus cotidianas publicaciones en el blog, dan la impresión de ser como estelas luminosas de una vida muy vertiginosa y dinámica que se dirige siempre al ojo de un huracán de actividades en donde parece que realmente existes y, por consiguiente ,el blog asume ante sus lectores el papel de una estación de lujo en la que su ama solo está de paso .se comprende que esta percepción pueda derivarse del hecho de que constantemente estés comentándonos que te gustaría contar con más tiempo para escribir .sin embargo o precisamente por ello , tus escritos vibran y bullen gracias a tu efervescente vida .
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras! ¿Te digo un secreto? Yo no tengo la sensación de que me falte tiempo, ¡si incluso tengo un poco para jugar a Apalabrados y al Candy Crush! Por suerte sonrío con frecuencia... ¡Saludos!
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