Un día para borrar del recuerdo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

      ¡Buenos días! Por fin viernes… El cielo está triste, parece que de un momento a otro va a empezar a llover. No me guastan los días oscuros, me encanta ver el sol desde mi ventana cuando trabajo, sentir la caricia de sus rayos en mi ropa y sonreír con su presencia.
      Tras un día de revelaciones intensas llegué al jueves un poco atolondrada, demasiados datos inconexos en mi cerebro me ponían nerviosa, pero tenía la reunión semanal del equipo económico y no podía permitirme el lujo de no estar al cien por cien.
      Preparé la orden del día, repasé el acta de la reunión anterior y me preparé para entrar en la sala de reuniones con la energía suficiente para encarar el reto. Ufffff, no tenía la cabeza centrada en el trabajo, estaba a millones de años luz, enredada en muchas connotaciones de lo que me contaron el miércoles…
      Por suerte el Karma acaba ayudando a que las cosas ocupen su lugar y al fin logré entrar en los temas a tratar. Aunque me costó un sobreesfuerzo… Igualmente no debía ser mi día, porque al regresar a mi mesa, unas horas después, con los acuerdos claros, me puse a preparar el informe que hoy he de presentar y el ordenador se colgó con mis siete Excels abiertos. ¡Y perdí los datos de la última media hora!
     Me tocó volver a empezar una vez encontré dónde se había quedado el informe… Grrrrr. ¡Terminé a tiempo! Hoy espero que mi cabeza no se vaya de la reunión y colabore.
     Las cosas siempre acaban encontrando su lugar, de una manera o de otra superas cada obstáculo con una sonrisa. Parece que el Cosmos ha decidido que pueda respirar tranquila, todavía no tengo la batalla perdida… He de reconocer que las buenas noticias a veces vienen cuando menos te lo esperas.
      Ayer fue un día para borrar del recuerdo, solo me encantó la hora de baile a las ocho de la noche con Alberto capitaneando el barco. ¡Es increíble la energía que desprende! No nos deja parar en una hora… Y los pasos son cada vez más difíciles. ¡Me encanta!
     Llegué a casa con muuuuucho dolor en los riñones. ¿Será que me hago mayor? Ahora todavía me molestan, espero que el Ibuprofeno y el paso de las horas me alivien, esta tarde no quiero perderme zumba.
      ¡Feliz día! J

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