Capitanear el barco
¡Buenos
días! El día se despierta gris, a ver si el sol quiere salir de una vez para
iluminar las horas… Aunque me parece que se va a resistir un poquito. Ayer no
paró de llover en todo el día, me mojé con la moto y no llegué al gimnasio.
Como
tenía un día triste me decidí a preparar un brownie buenísimo para cenar.
¡Mmmmmm! ¡Chocolate! ¡Qué bien sienta cuando tienes una tarde alicaída! Fue un
subidón de emoción y de peso… Jajajajaja, si sigo comiendo chocolate la báscula
me va a reñir…
Escribo
tarde, en medio de mil cosas y con la cabeza llena de pensamientos encontrados.
Creo que debería detener mi engranaje cerebral durante unas horas para poner en
orden mis ideas, pero no puedo pararme, no ahora que las cosas toman forma.
LUE
avanza. Es curioso que tenga el ímpetu suficiente para tirar adelante la
escritura continuada de la serie Estrada. Las historias fluyen solas, como si
solo necesitaran que estirara del hilo para contarse en el papel. Me duermo con
ellas, las siento como parte de mí, como si Raquel fuera alguien cercano.
A
veces tengo la sensación de que he vivido algo y al cabo de un rato me percato
de que no forma parte de mi vida real, sino de la imaginaria. Acompaño tanto a
mis personajes que me emociono con ellos.
Mi actual narración sucede lejos de casa y
necesito reunir a dos mujeres para que tenga consistencia mi idea. Empezó de
una manera en mi cabeza, pero se ha plasmado de otra en el papel. Toma forma
lentamente y se define como una trama con más acción de la que le otorgué en un
principio.
De
joven devoraba las novelas de detectives o inspectores de policía, todavía
ahora me encantan estas series donde un personaje central se ocupa de
investigar crímenes. Me ha costado muchos años lanzarme a escribir algo
parecido, ahora la comisaria Estrada cobra fuerza en cada novela.
En
mi vida han de cambiar muchas cosas si quiero que las sonrisas no se fundan en
la negrura. Soy muy feliz con lo que tengo, pero debo valorar otras opciones y
ver a dónde conduce realmente el camino que emprendo. Mis sueños siguen claros
y firmes, mis metas platónicas me acompañan bajo la premisa de no obsesionarme
con alcanzarlas y mi capacidad para dar vida a mis mundos paralelos es mayor a
medida que pasan los días.
Ahora
hay que capitanear el barco a ver dónde me lleva el viento…
¡Feliz
día! J
Esa sensación de déja vu , que te sobreviene de vez en cuando ,opera dentro de ti como un potente faro que alumbra zonas obscuras de tus vidas pretéritas .sí , como lo lees , de las muchas que has tenido .esas islas llenas de vida inédita, captadas por los exploradores rayos de tu memoria, emergen a la superficie de tu conciencia del tenebroso mar del olvido al que estaban confinadas para implorar su derecho a figurar en la bibliografía de su auténtica protagonista ,como historias ficticias ,en el peor de los casos .Raquel y todos tus personajes principales son , como ya lo habrás adivinado , tú misma ;pero , en diferentes espacios y tiempos históricos ,prehistóricos y post históricos .
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras! :-)
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