La serie Estrada
¡Buenos
días! El lunes se presenta con mucho trabajo y una reunión importante. ¡A ver
si salgo victoriosa! Hay veces en las que sé que he de coger el toro por los
cuernos y darlo todo para conseguir lo que quiero. Así que hoy intentaré no
perder mi objetivo de vista.
Ser
feliz depende de muchas variables, pero la más importante es uno mismo,
nuestras percepciones de la realidad, la manera en la que vemos la vida y la
disfrutamos.
Me
encanta caminar por el día regalando sonrisas, disfrutar el sol desde la
ventana del despacho, irme a bailar por las tardes y escribir cuando tengo una
hora libre. Y es genial que mi inspiración últimamente coopere sin dificultad.
Ayer empecé la cuarta novela del año, de momento solo consta de 727 palabras,
pero espero que crezca en los próximos días. A ver cuánto soy capaz de escribir
de aquí a enero… Pensaba que tres era el número idóneo para un año, pero se ve
que mi mente va por libre…
LUE
es una vuelta más del género policíaco que he decidido escribir últimamente,
con unas tramas interesantes y un cambio de escenario. Ayer al mediodía me
apoyé en mi familia para definir a la protagonista y al llegar a casa conseguí
terminar los temas pendientes para poner las primeras notas de color a esta
nueva entrega de la serie Estrada.
Jejeje,
no os voy a explicar de qué viene ese nombre ni nada parecido. De momento os
diré que LME, LMR, LDE y LUE son parte de esta serie a la que cariñosamente
llamo Estrada. Y me encanta cómo está quedando, aunque de momento su único
público sean los compis de mi oficina y mi agente literaria.
En
mis últimas novelas encuentro a faltar las tramas que se enredaban y acababan
encajando como un puzle, pero la verdad es que no se me da mal crear una
atmósfera intrigante ni codearme con asesinos o criminales sin escrúpulos. Es
la primera vez que profundizo en estos personajes y me ha gustado tanto que ya
estoy preparando un nuevo malo, malísimo (aunque no tengo claro si será hombre
o mujer…).
La
serie Estrada la componen varios thrillers
donde los protagonistas cobran importancia a través de los sucesos que les
envuelven. Ahora me doy cuenta de que mis tres primeras novelas fueron un
aprendizaje que combinó diversas estructuras estilísticas para que yo
encontrara mi camino.
La Luna de
Ónixon está narrada
en tercera persona, Géminis alterna
primera con tercera y El Secreto de las
Cuartetas es como un diario personal… Tres estructuras, tres ideas, tres
maneras de escribir. La primera es ciencia-ficción, la segunda intriga y la
tercera intriga fantástica. Mis actuales novelas son parecidas a Géminis, un
manuscrito que tengo pendiente de corregir, pero que puede dar mucho juego…
Y
no os adelanto nada más, de momento me da tanto yuyu hablar de la serie Estrada
que ni siquiera he puesto las novelas que la componen como inéditas en mi Web.
Casi prefiero esperar a que sean un hecho en las librerías…
¡Feliz
día! J
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