¡Viva la moto!
¡Buenos
días! Mi plan de vacaciones de escritura está en marcha. Ayer cociné, corregí
un poquito, jugué con el iPad, leí y me fui a bailar. ¡Un lujazo de tarde!
Aunque mi cabeza hay momentos que me traiciona y piensa en Raquel…
Ayer
mi hija se sacó el casco mientas íbamos en moto para quitarse los pendientes
que la molestaban, cuando me giré y la vi, me escandalicé. Es increíble que
ahora vayamos todos con cascos integrales… Recuerdo cuando yo tenía la edad de
mi hijo mayor y empecé a ir en moto, ¡no llevábamos ni casco ni nada parecido!
Quizás éramos unos kamikazes… ¡Si incluso nos montábamos dos en un ciclomotor!
¡Y por Barcelona! Ahora estas ideas serían impensables…
Cuando
se impuso la obligación de ir con casco nos enfadamos un montón. Que si no
notaríamos el aire revoloteando en nuestro rostro expuesto, que si no podríamos
apoyar la barbilla en el hombro del conductor, que si conducir con casco no era
lo mismo…
Al
principio nos poníamos cascos de montar a caballo para evitar la multa y nos
quedábamos tan anchos. Era incómodo ir con otro y así no renunciábamos a nada.
¡Si incluso yo había conducido una Derbi Variant sin casco por la carretera
desde Calella de Palafrugell a Palamós! ¡Y no una vez, sinó un montón de veces!
Ahora
no concibo subirme a la moto sin un casco integral. Parece mentira… Del de
montar a caballo pasé a uno que no acababa de taparme la barbilla. Pero al
final terminé con el grande, el que te protege el cráneo entero. Y cuando ayer
vi a mi hija sin él puse el grito en el cielo… ¡Parece mentira cómo cambian las
cosas!
Supongo
que por mis palabras deduciréis que la moto forma parte de mi vida desde hace
muchísimos años. Empecé a conducirla con quince y todavía no la he abandonado. Los meses de embarazo fueron un calvario,
tenía que ir en coche o en transporte público y se me hacía cuesta arriba. ¡Si incluso
voy a trabajar en moto aunque llueva!
Barcelona
es un caos circulatorio, hay un enjambre de coches diariamente y encima has de
pagar obligatoriamente parking según donde vayas si coges el coche… Con la moto
vas de puerta a puerta en un tiempo récord y consigues dejarla a pocos metros
de tu destino. ¡Es una gozada!
Bueno
chicos, cas que me vaya a la ducha y me suba a la moto, que a este ritmo no
llego a trabajar…
¡Feliz
día! J
FELIZ día :-)
ResponderEliminarYo también soy usuaria de moto, solo que yo tuve que esperar a hacerme mayor para poder comprármela, mi padre no me dio nunca el capricho; aunque es verdad que mi pueblo era muy pequeño y con la bici tenía más que suficiente: la bici era una extensión de mí :-)
Lo del casco es como lo de los cinturones de seguridad, o aún diría más, como lo de los coches sin espejos retrovisores exteriores... ¡ufff, qué vieja soy!
No sé en qué año obligaron a los fabricantes de coches a ponerlos, pero sí que en el año 75-76 teníamos un R7 que no los llevaba y compramos uno de aquellos que se montaban con dos tornillos, pero solo para el lado del conductor, para el otro lado era impensable.
¿Sabrías conducir sin espejos exteriores? Pues eso ;-)
¡Qué tiempos aquellos! Jajajaja, yo no vi lo de los retrovisores, pero si recuerdo las coches que había... ¡Un beso!
Eliminar