Hablar en voz alta...

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy el protagonista es sin duda el viento que arrastra las hojas de mi terraza y ulula en el exterior con tanta fiereza que se escucha más que las teclas de mi ordenador. Es una mañana luminosa, con el sol a punto de llenarnos de ilusión.
Ayer me preguntaron algo interesante que muchas veces se me pasa por la cabeza, pero en lo que decido no profundizar. ¿Qué pasa cuando hablas en voz alta en el blog y te lee gente cercana? Supongo que si procesara la respuesta dejaría de colgar entradas cada mañana y me dedicaría a escribirlas a la sombra del ordenador.
Realmente este rinconcito de la bloggosfera es donde las palabras encuentran la senda para dibujar un pequeño decálogo de mi día a día, es como aquel diario personal que todos tuvimos alguna vez de pequeños y que guardábamos celosamente en un cajón cerrado con llave.
Quizás es cierto que en el diario puedes darle nombres y apellidos a cada una de las situaciones que describes, evidentemente en un lugar público como Internet no se puede contar todo. Normalmente permito que sean los sentimientos los que hablen y los que encuentren cabida en los posts. Es una manera de expresarme sin ahondar en la cuestión principal.
Si me paro a pensar en quién está detrás de la pantalla, leyendo mis letras, a veces se me suben los colores. Es lo mismo que si escribo sobre algún tema escabroso en las novelas o intento plasmar instantes demasiado subidos de tono.
El truco está en no pensar, en avanzar sin detenerse, en hilvanar las tramas con naturalidad y en compartir con vosotros solo un trocito de mi alma, sin desnudar del todo mis pensamientos ni mis momentos. Guardarse el nudo principal de mi historia es parte de la gracia de escribirla a trocitos, es como si os ofreciera solo la parte anímica…
Ayer envié una carta que para mí significa una nueva etapa. Espero que sea productiva, que me traiga muchísimas buenas noticias y que augure un futuro brillante para varias personas a las que siento cerca. A veces es más emocionante tocar el cielo acompañado que hacerlo en soledad.
Estos años de presencia en la red me han ayudado a conocer a gente maravillosa que piensa, siente y se emociona como yo. Es magnífico saber que no eres un bicho raro y que realmente hay personas con tu misma capacidad para vivir en sus mundos paralelos.
En muchos momentos soy consciente de que vivir con una persona con demasiadas cosas en la cabeza no es fácil. ¡Si no que se lo digan a mis compañeros de trabajo! Salto de una idea a otra con demasiada rapidez y hay momentos en los que nadie me sigue. Bueno, para ser sincera os diré que S. Me acostumbra a entender…
Ahora mismo voy a colgar estas líneas, a darles un título y a vestirme para ir a una magnífica y vigorizante clase de baile con Alberto. ¡Qué planazo!
¡Feliz día! J

  

You Might Also Like

0 comentarios: